Uno de los acontecimientos más interesantes que se sucedieron las primeras semanas de la ocupación del edificio en el número 8 de la calle Acuerdo fue el lanzamiento de botellas de litros de cerveza a la Residencia de Estudiantes del Divino Maestro.
Cuando mantuvimos la primera reunión con quienes decían ser representantes del Patio Maravillas (a saber quienes eran si jamás dieron su nombre, apellidos y NIF), una de las quejas del director de la residencia fue el hecho descrito.
La respuesta de los anónimos asamblearios y convocantes de las hordas de burgueses afrancesados que destruyen nuestras vidas fue que habían expulsado a los autores. Como siempre, una mentira más que demostraremos en próximos artículos.
Sin embargo, la clave no está en lo que ocurrió durante las primeras semanas de la ocupación ilegal del edificio, sino en lo que ha venido sucediendo en los más de dos años de suplicio para los vecinos.
Aparte de las amenazas de palizas a vecinos, cuando el Patio Maravillas se ha sentido preocupado por las denuncias de los vecinos su reacción no ha sido la de intentar el diálogo, salvo las cínicas acciones de convocar reuniones sin ninguna personalidad jurídica con vecinos que si la tenemos. Siempre ha afirmado que los descerebrados habían sido expulsados. Pero..... Siguen lanzando objetos desde su azotea conquistada a los tejados de los vecinos que consideran enemigos sólo por pensar críticamente sobre su existencia quien sabe que razones.
Y como consecuencia, el Patio Maravillas provoca desperfectos y goteras en los edificios de sus vecinos.
¿Donde está el búho?
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Eso tiene un nombre. Fascismo puro y duro de baja intensidad y última generación.
ResponderEliminarQue fácil resulta ser irresponsable cuando se ocultan en el anonimato autogestionario y no se tiene mas que perder que lo que se ha okupado previamente.