No es que tenga que ver con el Patio Maravillas pero, puestos a denunciar la degradación que en la zona se ha producido desde que existe el edificio ocupado por su impunidad y los paralelismos que se han sucedido, el solar del número 78 de la calle San Vicente Ferrer se ha convertido en un nido de indigentes y toxicómanos que no dejan de generar problemas y preocupaciones a los vecinos.
La basura, el mal olor y una especie de pequeñas moscas no vistas hasta la fecha en la zona invadieron el lugar. Coincidiendo con el incendio de la cabina telefónica del Patio Maravillas en el mes de abril de este año, en dos semanas se produjeron tres incendios en el solar. Las reuniones informales entre vecinos, y la constante presencia de la policía por los robos y conflictos que se sucedían a diario, llevó a los vecinos a presentar una reclamación en el ayuntamiento que decidió sustituir lo que quedaba de la verja por un muro.
La medida podría parecer suficiente pero la altura del muro es limitada y se salta con facilidad.
Antes de existir el muro quienes controlaban el lugar eran dos personas que, además de consumir y trapichear con drogas, se las llevaron detenidas varias veces por salir con palos amenazando a algunos vecinos.
Con el muro estas dos personas desaparecieron de la escena y ahora el solar es refugio de drogodependientes y ladrones habituales en los locales comerciales de la zona. Una de estas personas es una mujer con más de 50 detenciones a sus espaldas según la policía.
Algunos empresarios ya han tenido que acudir a declarar en juicios y, nos han indicado que se están planteando abandonar el barrio porque sólo observan como cada día está más degradado.
En las últimas semanas, aparte del tiroteo ocurrido en la calle Amaniel, la tensión se ha incrementado aun más por el comportamiento altivo que han adoptado los traficantes al sentirse impunes y la extraña vuelta al solar de quienes antes lo controlaban.
El pasado 28 de octubre de 2009 un grupo de tres personas lideradas por el hombre de origen portugués, que acostumbra a insultar y amenazar con palos a los vecinos, se acercaron silbando y cantando procedentes de la calle Amaniel. Sin dudarlo ni un segundo el lider saltó el muro.
Y al salir nos dejó como recuerdo una nueva amenaza aunque, luego dijeron que estábamos perdonados y se fueron cantando.
Si la problemática del solar fuese sólo que sirve de hogar a personas sin techo quizás pasase desapercibido entre los vecinos. Sin embargo, se trata de un nido de drogodependientes conflictivos y perfecto refugio para mover "paquetes".
Por ello, los vecinos solicitamos al Ayuntamiento de Madrid que adopte las medidas necesarias para eliminar la posibilidad de acceso y refugio en el solar a estas personas, ya sea vigilando la zona e interviniendo de forma definitiva, o simplemente elevando el muro lo suficiente como para evitar que pueda ser superado con ayuda de los cubos de basura como hacen a menudo.
Ver La parte de atrás del Patio Maravillas en un mapa más grande
Antes de existir el Patio Maravillas se trataba de un solar pendiente de ser edificado.
Sin embargo, mientras el Patio Maravillas se encargaba de ganarse el rechazo de los vecinos en el solar se instalaron pseudo-chabolas a base de telas y palos donde toxicómanos pasaban sus letargos, y que en sus ratos de despertar y hambre intentaban saquear los camiones de reparto.
La basura, el mal olor y una especie de pequeñas moscas no vistas hasta la fecha en la zona invadieron el lugar. Coincidiendo con el incendio de la cabina telefónica del Patio Maravillas en el mes de abril de este año, en dos semanas se produjeron tres incendios en el solar. Las reuniones informales entre vecinos, y la constante presencia de la policía por los robos y conflictos que se sucedían a diario, llevó a los vecinos a presentar una reclamación en el ayuntamiento que decidió sustituir lo que quedaba de la verja por un muro.
La medida podría parecer suficiente pero la altura del muro es limitada y se salta con facilidad.
Con el muro estas dos personas desaparecieron de la escena y ahora el solar es refugio de drogodependientes y ladrones habituales en los locales comerciales de la zona. Una de estas personas es una mujer con más de 50 detenciones a sus espaldas según la policía.
Algunos empresarios ya han tenido que acudir a declarar en juicios y, nos han indicado que se están planteando abandonar el barrio porque sólo observan como cada día está más degradado.
En las últimas semanas, aparte del tiroteo ocurrido en la calle Amaniel, la tensión se ha incrementado aun más por el comportamiento altivo que han adoptado los traficantes al sentirse impunes y la extraña vuelta al solar de quienes antes lo controlaban.
El pasado 28 de octubre de 2009 un grupo de tres personas lideradas por el hombre de origen portugués, que acostumbra a insultar y amenazar con palos a los vecinos, se acercaron silbando y cantando procedentes de la calle Amaniel. Sin dudarlo ni un segundo el lider saltó el muro.
Y al salir nos dejó como recuerdo una nueva amenaza aunque, luego dijeron que estábamos perdonados y se fueron cantando.
Si la problemática del solar fuese sólo que sirve de hogar a personas sin techo quizás pasase desapercibido entre los vecinos. Sin embargo, se trata de un nido de drogodependientes conflictivos y perfecto refugio para mover "paquetes".
Por ello, los vecinos solicitamos al Ayuntamiento de Madrid que adopte las medidas necesarias para eliminar la posibilidad de acceso y refugio en el solar a estas personas, ya sea vigilando la zona e interviniendo de forma definitiva, o simplemente elevando el muro lo suficiente como para evitar que pueda ser superado con ayuda de los cubos de basura como hacen a menudo.
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