lunes, 9 de noviembre de 2009

El Patio Maravillas se encarcela

Un vecino nos ha facilitado una nueva y maravillosa perspectiva del Patio Maravillas. Aunque lo maravilloso no sea la calidad del video, su significado y el nuevo punto de vista deberá causar reacción entre los ocupas en breve plazo.

La conclusión para nosotros es que el Patio Maravillas ha causado tantos estragos en nuestras vidas, que poco a poco los vecinos se van animando a sacar a la luz la realidad.

Lo que no podemos concluir es a que se deben los hechos que se observan en el video. Ayer al mediodía, sin ningún pudor y en contra del respeto más básico el Patio Maravillas sacudió nuestro dominguero descanso hasta casi la noche a base de martillazos, máquinas para cortar aceros de centímetros de diámetro y soldaduras.

Ni el pudor ni la vergüenza los tuvieron siquiera para tener cuidado de no dejar caer las chispas de las soldaduras a la calle para no quemar a los transeúntes y a veces casi hasta los balcones de enfrente.

Ruido, polvo y peligrosas chispas es con lo que nos brindó el cada día menos deseado vecino anónimo que se hace llamar Patio Maravillas, durante toda la tarde.




En Alemania por ley está prohibido hacer obras y siquiera poner un cuadro en domingo. Si llamas a la policía al vecino se le puede caer el pelo. Sin embargo, en España o al menos el Ayuntamiento de Madrid no te hace ni caso ni cuando oye a través de tu teléfono lo que estás padeciendo una noche de madrugada.

Desde luego, es penoso tener que hacer leyes para asegurar cosas tan evidentes como el derecho al descanso de los vecinos. Pero, lo más penoso es comprobar como aquellos que van de progres y juegan a la política esgrimiendo siempre aquello de los derechos que tenemos, se olvidan de que antes están la educación, el respeto y los deberes.

En cualquier caso, el Patio Maravillas se encarcela. Todavía les quedan las ventanas del último piso y quien sabe lo que habrán montado en la azotea para llevar a cabo eso que llaman "resistencia pasiva".

No sabemos si es que les ha entrado miedo, les han llegado rumores de una inminente acción o se trata de una nueva obra de arte urbano pero, lo que si está claro es que cada día están más lejos de ser aceptados por los vecinos.

Como un vecino ha comentado hoy a pie de calle; "Ahora parece una cárcel"

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